Programa de viaje
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El llamado de una naturaleza extrema
Hay ciertas rutas míticas que las leyendas de los grandes exploradores nos han legado y que cuando tenemos oportunidad de vivirlas nos hacen sentir parte de la historia. Esta travesía es una de aquellas.
500 años antes del primer viaje de Cristóbal Colón, el explorador islandés Leif Eriksson se aventuró por las frías aguas del estrecho de Davis y el Mar de Labrador para llegar a tierras asombrosamente fértiles que llamó Vineland. En 1963 un equipo de arqueólogos encontró restos de un asentamiento vikingo en L’ Anse aux Meadows, en el norte de Terranova y que corresponde a las descripciones del Vineland de Eriksson.
El viaje comienza volando a Toronto en Air Canada y desde allí en un vuelo privado a Kangerlussuaq, en Groenlandia. Desde allí embarcar en el Ocean Endeavour rumbo a las costas del estrecho de Davis para alcanzar el Círculo Polar Ártico durante la noche. Septiembre es el comienzo del otoño en el Ártico y será testigo del proceso de cambio de color sobre la tundra, en esas costas donde navegan icebergs y durante las expediciones en zodiac tendrá sus primeros encuentros con comunidades inuits.
Tras una visita a Nuuk, la capital de Groenlandia el Ocean Endeavour emprenderá el cruce del Atlántico rumbo al costas del norte de Canadá. Ya en las costas de la bahía de Ungava podrá embarcarse en una aventura de 25 km en zodiac para compartir con la comunidad inuit de Kangiqsualujjuaq.
Los tres siguientes días recorrerá las costas y explorará uno de los últimos lugares vírgenes sobre el planeta: el parque nacional Torngat Mountains, un lugar extremo de muy difícil acceso, ello explica que apenas un centenar de personas lo visiten cada año.
Osos polares, osos negros, caribes, halcones, águilas y mamíferos marinos sonarte de la fauna del lugar.
La aventura continua combinando naturaleza y cultura, antiguos asentamientos de los Hermanos Moravos, una de las iglesias pre luteranas más antiguas de Europa, se vista en Hebrón y Nain.
Durante dos días el Ocean Endeavour navega con dirección sur a lo largo de la costa de Labrador y su paisaje de tundra, un lugar como pocos en el mundo para ver icebergs, esos gigantes ancestrales que flotan plácidamente arrastrados por las corrientes marinas. La travesía muchas veces va acompañada por juguetones delfines, majestuosas ballenas jorobadas y una gran variedad de aves, como los alcatraces y frailecillos.
La visita a L’Anse aux Meadows es emocionante, pensar que los vikingos no fueron los primeros pobladores del lugar, diferentes grupos aborígenes llamaron hogar al sitio desde hace 6.000 años.
El parque nacional Terra Nova comienza a marcar la última parte de la travesía es la combinación de un rico bosque boreal, maravillosos fiordos, campamentos junto al mar y senderos para caminatas. Al día siguiente descubrirá el encantador puerto de St. Johns y el desembarque será el fin de una aventura absolutamente memorable por el extremo norte del planeta.